Marcos Galperín se convirtió en un libertario más. A fuerza de apoyar medidas del Gobierno y discutir sobre el pasado, presente y futuro político del país con los usuarios de Twitter que osen criticar a Javier Milei, el empresario argentino radicado en Uruguay, se embanderó con la ideología liberal. Pero en Casa Rosada no deben confundir, todo tiene un límite: en este caso, su bolsillo. Antes que mileísta, Marcos es el primer galperinista.
Evidencia de ello fueron sus manifestaciones de los últimos días. Luego de reclamarle a algunas provincias por el aumento de ingresos brutos, en consonancia con la queja de Casa Rosada, dejó un mensaje encriptado contra el Gobierno. En su afán desregularizador, Federico Sturzenegger eliminó las retenciones a las exportaciones de cuero. Y eso afectó al negocio familiar, al de origen. Galperín les hizo saber su descontento a través de las redes.
De cal y de arena.
El reclamo a las provincias tampoco fue solamente una cruzada libertaria. Si Mercado Libre sacó un comunicado señalando el aumento de un impuesto es porque perjudica a los servicios que da. Pero el mensaje quedó alineado con Casa Rosada en una pelea que vienen llevando adelante contra los gobernadores, sobre todo los de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe, que les habían pedido la baja de retenciones al agro.
“La reciente suba del impuesto sobre los Ingesos Brutos en Santa Fe y otras provincias impacta directamente en los consumidores y las Pymes”, comienza el comunicado de Mercado Libre que hizo mucho ruido en el interior. El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, le salió al cruce: dijo que su gestión “no tolera aprietes”.
«Lo que hace Santa Fe es cobrar impuesto a operaciones que se hacían en negro. No estamos aumentando ninguna alícuota», dijo el gobernador. Y Mercado Libre retrucó: “Responden con difamaciones en lo que parece un intento por acallar un reclamo genuino”, dijeron en un segundo comunicado.
Casi en simultáneo, Galperín le dejaba un mensaje al Gobierno por otra medida que le afectó el bolsillo. Al eliminar las retenciones a las exportaciones de cuero, Sturzenegger perjudicó a Sadesa, la curtiembre familiar del CEO de Mercado Libre que se beneficiaba con la restricción. “La eliminación de estas retenciones busca corregir un régimen de protección que ha perjudicado a los productores ganaderos y frigoríficos, y que ha mantenido artificialmente bajos los precios del cuero, afectando a todo el sector”, indicaba el ministro de Desregulación previo a la reprobación del empresario favorito de Casa Rosada.
Por eso, Galperín uso con ironía una frase de uno de los economistas predilectos de Milei: “Resulta sencillo mostrarse ‘compasivo’ cuando son otros los que están obligados a pagar los costes”, dice la frase de Murray Newton Rothbard que retuiteó. Una sutil forma de mostrar su desaprobación.
El correctivo del CEO debería ser tomado como una enseñanza para los libertarios: los empresarios están alineados mientras le convenga al negocio. Si esos caminos se separan, podría primar el bolsillo al activismo político.
Inversión.
Mientras estaba cruzándose con los gobiernos provinciales y el Nacional, Galperín consiguió un bien que buscaba hace tiempo. Compró una casa en el barrio de los ricos y poderosos, en el Sur: Cumelén.
Galperín debió insistir para obtener la mansión frente al lago en el country más exclusivo de Villa La Angostura. Antes de cerrar la operación, le habían rechazado varias ofertas. De hecho, terminó pagando el doble de lo que había ofrecido en primera instancia, de acuerdo a lo que publicó el portal Infobae.
Ningún vecino vio aún al CEO de Mercado Libre en su nuevo inmueble. Y es probable que recién se lo pueda ver en el próximo verano, cuando en el barrio es la temporada alta de empresarios y políticos. En Uruguay Galperín está cómodo. Es su trinchera para disparar contra quienes critican al Gobierno, pero sobre todo para cuidar su negocio. Desde allí batalla a todos: incluso a los mismos libertarios, si le apuntan con sus cañones.