Hoy, 27 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Teatro. Por ello, la Inteligencia Artificial ChatGPT destacó las mejores obras de teatro realizadas en Argentina, tanto actuales como del siglo pasado.
Sin embargo, en el país también hay un Día Nacional del Teatro que se celebra el 30 de noviembre. Este se conmemora debido a la fundación del Teatro de La Ranchería, el 30 de noviembre de 1783.
Por qué se celebra el Día Mundial del Teatro
El Instituto Internacional del Teatro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció esta fecha porque desde 1954, todos los 27 de marzo se daba inicio a la temporada en el Teatro de las Naciones en París con el objetivo de intentar unir a los países durante el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
En 1962, en una jornada organizada por el ITI en Helsinki, Jean Cocteau, poeta, dramaturgo y cineasta francés dio el primer discurso en favor de esta fecha. Desde ese entonces, esta fecha se utiliza para promover la visibilidad de las artes escénicas en todo el globo.
Mejores obras de teatro argentinas según la IA
Estas son las obras más destacadas del teatro argentino, según ChatGPT:
«El organito» (1925) – Armando y Enrique Santos Discépolo
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Es una de las primeras grandes expresiones del grotesco criollo, un género teatral que combina el humor con el drama y que es clave en la identidad teatral argentina. La obra muestra el desarraigo, la marginalidad y la crisis de valores a través de una familia inmigrante en decadencia. Su importancia radica en su capacidad de reflejar, con una estética innovadora, las dificultades de los sectores populares en el Buenos Aires de principios del siglo XX.
«Stefano» (1928) – Armando Discépolo
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Considerada la obra más representativa del grotesco criollo, Stefano presenta la historia de un inmigrante italiano que sueña con triunfar como músico, pero enfrenta el fracaso y la desilusión. Su relevancia radica en cómo refleja la tensión entre las expectativas y la realidad de los inmigrantes, con un tono tragicómico que sigue resonando en la cultura argentina.
«Saverio el cruel» (1936) – Roberto Arlt
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Arlt lleva al teatro una estética influenciada por el expresionismo y el absurdo, con una obra que mezcla política, poder y manipulación. Saverio el cruel no solo es una de las primeras obras en romper con el realismo tradicional del teatro argentino, sino que además anticipa el teatro político y el teatro del absurdo, influenciando a dramaturgos posteriores.
«La fiaca» (1967) – Ricardo Talesnik
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Esta comedia es una sátira sobre la alienación laboral y la rutina, en la que el protagonista decide un día no ir a trabajar, generando una crisis en su entorno. Con una estructura ágil y diálogos mordaces, La fiaca capturó un sentimiento generacional en la Argentina de los años 60 y sigue siendo un referente en la crítica al sistema de trabajo y la monotonía de la vida adulta.
«La nona» (1977) – Roberto Cossa
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Uno de los mayores éxitos del teatro argentino, La nona es una comedia negra que representa la crisis económica y social a través de una abuela insaciable que consume a toda su familia. Su impacto radica en su lectura metafórica de la Argentina: una sociedad devorada por la miseria y el egoísmo. Es una obra que, a pesar de su tono cómico, tiene una profundidad crítica que la hace trascender su época.
«Made in Lanús» (1986) – Nelly Fernández Tiscornia
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Es una obra clave sobre el desarraigo y la identidad argentina en tiempos de exilio. En plena recuperación democrática, Made in Lanús retrata a dos hermanos que emigraron a EE.UU. durante la dictadura y vuelven a su país, enfrentándose a la nostalgia y al choque cultural. Su relevancia radica en cómo muestra la Argentina de los 80 desde una perspectiva íntima y familiar, conectando con una generación que vivió el exilio y el retorno.
«Gris de ausencia» (1981) – Roberto Cossa
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Es otra obra fundamental sobre el exilio, pero desde una perspectiva más simbólica. Muestra a una familia de inmigrantes que vive en España pero cuya memoria los ata a Argentina. La obra es poderosa por su construcción de personajes y su manera de abordar la identidad y la pertenencia en tiempos de represión y dictadura.
«El puente» (1991) – Carlos Gorostiza
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Gorostiza, uno de los dramaturgos más importantes del país, crea en El puente un drama sobre la crisis generacional y la pérdida de valores. Es una obra que dialoga con la Argentina post-dictadura, planteando preguntas sobre el futuro del país y sus jóvenes.
“Terrenal» (2014) – Mauricio Kartun
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Kartun es uno de los dramaturgos más influyentes del teatro argentino contemporáneo, y Terrenal es una de sus obras más aclamadas. Inspirada en la historia de Caín y Abel, la obra reinterpreta este mito desde una mirada nacional, con un lenguaje poético y humorístico. Su originalidad y su capacidad de resignificar historias universales desde una perspectiva argentina la convierten en una pieza fundamental del teatro moderno.