Impensado: demolieron la casa de Gustavo Cerati y encontraron huesos enterrados

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires confirmó esta semana el hallazgo de huesos humanos que estaban enterrados en un lote del barrio de Coghlan, donde hasta hace poco estuvo la casa en la que vivió Gustavo Cerati. La vivienda fue demolida para la construcción de un edificio.

La alarma la dio el personal contratado por la constructora para demoler y retirar los escombros del terreno ubicado en la cuadra de Avenida Congreso al 3700, en el barrio de Coghlan, donde estuvo la casa que le perteneció a la artista plástica y música Marina Olmi, hermana del actor Boy Olmi.

Esa casa amplia, de tres pisos, rodeada de verde y con una fachada pintoresca entre tanto ladrillo y durlock fue el hogar de Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, cuando se la alquiló a su dueña mientras ella residía en España.

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Después de que se fuera el notable inquilino, la casa de Coghlan se convirtió en un geriátrico y eventualmente su dueña la puso en venta, cosa que se concretó en 2025.

Hoy es un terreno sombrío tapiado que este jueves vio llegar a la Policía Científica para investigar los restos óseos y objetos hallados, por ejemplo, relojes.

Una situación en claroscuro

Marina Olmi vivió su casa en Coghlan. Ahí recibió visitas de amigos como Charly García, Fito Páez, Hilda Lizarazu y Tito Losavio, y llenó la estancia de arte, sobre todo en los cuartos al fondo del jardín.

Pero la artista nunca revisó qué había debajo del piso de su hogar, sólo sintió «una especie de situación oscura» donde luego construyó la pileta, y confió en que la música se hiciera eco de la «mucha luminosidad» de la vivienda, y no de sus partes más lúgubres.

«Yo soy muy de creer en las energías y donde hice la pileta había una especie de situación oscura. Había una casilla de madera y cosas raras«, le dijo Marina Olmi a TN a propósito del hallazgo.

«De hecho se incendió un árbol ahí», agregó.

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La propietaria anterior de la casa había sido una mujer alemana llamada Olga Schuddekopf, relató la hermana de Boy Olmi, que la compró «hace 30 años», cuando el boom inmobiliario de esa zona de la Ciudad de Buenos Aires era inexistente.

Olmi aseguró que era «una casa bien hecha», pero remarcó: «cuando yo la compré ya estaba viejísima, la había hecho el padre de la señora que me la vendió, hace por lo menos 100 años«.

La casa donde se detuvo el tiempo

El caso ya es investigado por personal de la fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional No 61, a cargo del Dr. Martín López Perrando, quien informó que la policía científica estuvo en el terreno el jueves 29 de mayo para recoger los huesos para las pericias preliminares.

La investigación podría pasar a manos de la Justicia Federal dependiendo del origen de los huesos y relojes.

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