El economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, en comunicación con Canal E, analizó el impacto que tendría para Argentina la ratificación del acuerdo Mercosur-Unión Europea y explicó por qué representa una oportunidad clave para la estabilización macroeconómica.
Eugenio Marí explicó que durante décadas, “nosotros los argentinos escondimos los problemas de competitividad debajo de la alfombra”. Ese ocultamiento, dijo, se lograba “licuando las cosas con inflación”. Sin embargo, planteó que, “la inflación va desapareciendo y entonces esos problemas de competitividad se van desnudando y aparecen los desafíos reales de la economía argentina”.
Reformas en el acuerdo Mercosur y Unión Europea
Frente a ese nuevo escenario, sostuvo que, “una de esas reformas son los acuerdos de integración económica, como el acuerdo Mercosur-UE”. A su vez, consideró que el tratado “implicaría la apertura de lo que hoy es el segundo mercado más grande del mundo. Estamos hablando de casi 500 millones de personas de alto poder adquisitivo que hay en la Unión Europea”.
Este mercado, según Mari, hoy está restringido por “ciertas barreras arancelarias y no arancelarias” que el acuerdo “eliminaría y nos permitiría aprovechar todo ese mercado potencial que hoy, de vuelta, no estamos terminando de, digamos, tomar la ventaja que podríamos tener”.
Cuáles son los beneficios
Además, apuntó al beneficio que tendría para la industria nacional: “Hoy tenemos en Argentina miles de empresas, miles de PyMEs, que están ávidas de recapitalizarse, modernizar su capital de trabajo y su maquinaria”. Luego, manifestó que con el acuerdo, “las empresas argentinas podrían empezar a importar capital con menos costos y empezar a producir con mayores estándares, mayor eficiencia”.
Sobre la postura ambivalente del presidente Javier Milei respecto del tratado, el economista comentó: “Por un lado, es cierto que el Presidente argentino se mostró, digamos, escéptico del acuerdo con la Unión Europea”. Aunque justificó ese escepticismo en la historia del proceso: “Hace 30 años que estamos negociando, tratando de impulsar el acuerdo y siempre falta una para el peso”.
A pesar de las dudas iniciales, destacó que, “el momento político llama a romper con ese escepticismo histórico”. En Europa, sostuvo, “la cuestión de Rusia y Ucrania en el este empezó a disciplinar la cuestión de, bueno, necesitamos otros proveedores de alimentos”, eso llevó a los europeos a “buscar claramente nuevos socios”.