Se afirma el pejerrey en aguas del río Uruguay

Ya avanzado el mes de mayo, el agua no termina de enfriarse en los distintos escenarios, lo que no es un gran augurio para los amantes de la pesca del pejerrey. Esta situación fue demorando el remonte que hace la especie por el río Uruguay, una clásica ruta en su migración reproductiva. Usualmente, las costas uruguayas suelen ser más rendidoras en el inicio de la temporada, ya que las que dan a Buenos Aires suelen verse más turbias por la influencia del Bermejo, a través del aporte de los ríos litoraleños, aguas que se limpiarán con las primeras heladas que decantarán todo ese sedimento. 

Atentos a esto, desde inicios de mayo seguimos de cerca la labor de los distintos guías y pescadores amigos de la zona, con un rendimiento que fue discreto a inicios del mes, pero que en los últimos días se fue consolidando. Bien entrado el otoño, y por la elevada temperatura del agua, aún se continuaban pescando especies de verano como el dorado, la manduva y el manduví, algún chafalote y las consabidas de cuero, que se encontraban bien activas.

En la zona, uno de los tantos referentes que tenemos en la región es Claudio Cornacchiulo, quien constantemente recorre las aguas del Paraná Guazú y del Uruguay como guía, saliendo desde el segundo puente Zarate – Brazo Largo con su embarcación de 6,30 m. Nos contaba que, poco a poco, el pejerrey se comenzó a afirmar, siendo que los mejores resultados se concentran en el río Uruguay en una zona que abarca desde la desembocadura del arroyo La Tinta hasta la boca del Guazú, frente a Carmelo. La última semana hubo faenas interesantes, pero todo el interés está centrado en lo que se viene, ya que al cierre de este informe el frío se vino con todo, el río se mostró muy alto, condiciones que ilusionan con un futuro muy promisorio.  

Los pejerreyes están entre los 38 a 40 cm, ejemplares de calidad que ya son la atracción de muchos aficionados que visitan con esa idea el Uruguay. En el Guazú, en cambio, hasta ahora el pique era discreto, pocas capturas de lindo tamaño, pero muy aisladas. Tiene que ver con la coloración del agua, con un río turbio que con alguna helada va a cambiar y se pondrá muy interesante. 

El plan es una tentación, los pejes a flote son un imán para los pescadores que esperan con ansías que manduvas, chafalotes, palometas y patíes se tranquilicen y las llevadas pasen a ser solo de esos  flechas de plata tan añorados por el fanático de las boyas. 

Servicios:

  • Claudio Cornacchiulo. Guía de pesca en Paraná Guazú, Bravo y Uruguay. Tel.: (011) 59380384. En redes: Facebook e Instagram.

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