«Hoy no juegas solo para ti y tu equipo, también lo haces por Ghana y toda África. La gente te mira y están orgullosos de ti». Esas palabras que le dijo en la previa del partido su compatriota Kofi Annan, que era secretario general de las Naciones Unidas y Premio Nobel de la Paz y lo había ido a visitar a la concentración, lo llevaron a decirse a sí mismo que tenía que dejar todo por su país, pelear cada pelota y hacer un gol si era posible. Y si bien no podía saber cómo iban a salir las cosas, Samuel Kuffour terminó esa noche en Japón quedando en la historia grande del fútbol al anotar el gol que le dio al Bayern Munich el triunfo sobre Boca y la Copa Intercontinental 2001. ¿Qué fue de su vida después de haber sido verdugo del Xeneize y alcanzado la gloria máxima con el equipo alemán?
El gol de Kuffour a los 109 minutos
«Fue un día de ensueño para mí: primero el encuentro con Kofi Annan, después marcar el gol de la victoria. Esta Copa tiene un gran, gran significado para mí. Antes de mí no tuvieron muchos africanos esta oportunidad. Creo que solo Rabah Madjer del Oporto ganó esta Copa antes de mí. Al ser elegido mejor jugador del partido recibí como premio un coche. Se lo regalé a mi madre. Enviar el coche de Japón a Ghana fue bastante caro, pero mereció la pena», contó hace unos años en la web oficial del Bayern.
El gol de Kuffour a Boca a los 109 minutos de la Intercontinental.
«Durante la celebración ocurrió uno de los momentos más grandes en mi vida. Cuando llegamos al hotel todos se levantaron por mí y me aplaudieron. Nunca había vivido algo así: todos esos grandes jugadores y figuras del Bayern me aplaudían a mí, Sammy Kuffour de Ghana. Se me puso la piel de gallina. Kofi Annan me tomó del brazo y me dijo: ‘Das a la gente de nuestro país mucha fuerza. Te lo agradezco’. También me abrazó Uli Hoeness, mi padre futbolístico. Me dijo: ‘Sammy, ¿te das cuenta de lo que has hecho? Me alegro muchísimo de poder ofrecer esta Copa a la afición'».
La salida de Alemania rumbo a Italia: falta de forma y una terrible desgracia
Kuffour dejaría Alemania en 2005 para probar suerte en la Roma, sin poder ganarse un lugar como titular. En 2006 fue cedido al Livorno y en 2007 pasó a préstamo por seis meses al Ajax, donde no jugó casi nada y fue dado de baja debido a una «falta de forma».
En 2009 se dio el regreso a Ghana tras 19 años para jugar en Asante Kotoko, pero terminó retirándose joven, a los 32 años, sin jugar un solo partido en el equipo de su país.
En el medio, participó del Mundial 2006 en Alemania con su selección, pero después de un error en el primer partido ante Italia (sobró la situación y perdió la pelota con Iaquinta en el 0-2) no volvió a jugar.
La muerte de su hija de 15 meses, ahogada en una pileta en 2003, marcó los últimos años de su carrera y lo acercó a la religión cristiana para tratar de salir adelante. Sus compañeros se sorprendían al verlo rezar antes de cada partido.
La vida después del retiro del fútbol
Sammy, como le decían sus compañeros, no se alejó completamente del fútbol. Siguió ligado con la gestión deportiva de varios clubes de la liga de su país y también se destacó como presidente de la asociación de futbolistas de Ghana.
Siguió ligado con la gestión deportiva de varios clubes de la liga de su país y también se destacó como presidente de la asociación de futbolistas de Ghana
A su vez, mantuvo su vínculo como analista de la cadena SuperSports, la más grande de África. Uno de sus highlight en su nuevo rol: se afeitó la cabeza en vivo tras el fracaso de su selección en la Copa África 2015 y no darse el título como el había pronosticado.
En los últimos años volvió a acercarse al Bayern, participando de algunas giras con las leyendas del club (con Martín Demichelis, por ejemplo) y de distintos eventos. Incluso, en febrero estuvo en las celebraciones por el 125 aniversario.
El hijo que se llama Munich
A la distancia, Kuffour sigue siendo uno de los preferidos de los hinchas del Bayern por el título que les dio en 2001. Tampoco se olvidan los fanáticos su cantito «queremos camisetas rojiblancas» en la celebración del campeonato en el balcón del Ayuntamiento de Munich.
Pero el amor es mútuo. No por nada Sammy llamó a su hijo nacido en 2022 de una forma especial: Munich.
No por nada Sammy llamó a su hijo nacido en 2022 de una forma especial: Munich.
No por nada Sammy llamó a su hijo nacido en 2022 de una forma especial: Munich.
Ese año, con motivo de su cumpleaños, el 3 de septiembre, el director deportivo Hasan Salihamidžić preparó un paquete especial para que su ex compañero y lo envió a Ghana con saludos de parte del Bayern. «Querido Sammy: feliz cumpleaños y felicidades por tu nuevo bebé. Todos estamos encantados de que llames a tu hijo ‘Múnich’. Demuestra la profunda conexión que tienes con esta ciudad y con nuestro club. Siempre serás parte de la familia del Bayern».
El paquete especial de cumpleaños incluyó dos camisetas. Una de las camisetas lleva el 4 de Sammy y la mini edición con el nombre «Munich» y también con el «22» como referencia al año de nacimiento.
Cómo ve al Bayern actual de Kompany
En su viaje a Munich para los 125 años del Bayern, Kuffour tuvo la oportunidad de ver los entrenamientos e incluso charlar con Vincent Kompany. «Me impresionaron sus tácticas y la forma en que el equipo construye. Motiva a sus jugadores para que den lo mejor de sí mismos. Con él, Bayern está volviendo a su mejor nivel«.
“Para Kompany tener la oportunidad de ser la primera persona negra en entrenar en la Bundesliga y en un equipo tan grande como el Bayern, es realmente fantástico”, agregó Kuffour.
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