La Palabra de Berazategui celebró sus 100 años, con un evento en el Ranelagh Golf Club de Berazategui, donde le otorgaron una distinción a su director, Miguel José Gaíta, quien lleva 49 años al frente del periódico local.
Gaíta reconoció los desafíos actuales del periodismo. «Hay una reducción de universidades que dictan la carrera y una crisis económica que afecta la continuidad de medios locales como La Palabra». No obstante, “mientras haya alguien interesado en conocer la verdad y alguien encriptado para ocultarla, siempre va a existir el periodismo”, dijo el director del semanario.
Los asistentes al evento le reconocieron a Gaíta su firme vocación por el fortalecimiento de la industria periodística, que incluyó numerosos períodos como secretario general y presidente de distintas comisiones de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA).
Participaron representantes de instituciones de la localidad, colaboradores e invitados especiales, como el intendente de Berazategui, Juan José Mussi; Martín Etchevers, presidente de ADEPA; Hugo Ferrer (Crónica), Luis Tarsitano (El Tribuno de Salta), Guillermo Ignacio (Ecos Diarios de Necochea) y Juan Boglione (Nueva Rioja), entre otros.
Etchevers destacó que este centenario de un medio local es «un símbolo de la relevancia de la prensa en la sociedad. Porque en este medio y en su periodismo de base local están representados simultáneamente valores como la voz de los ciudadanos en la democracia; la identidad civil, social y cultural de una comunidad; el reflejo de las demandas e intereses de los vecinos; el testimonio de la historia, el presente y el futuro de esta tierra y de quienes habitan en ella».
Es que se cumplieron 100 años desde que Braulio Echeverría, un funcionario bancario con vocación por el saber y la comunidad, fundara La Palabra de Berazategui. Fue en 1925, como respuesta a una denuncia vecinal contra una cristalería, que nació este medio con una premisa simple pero potente: ser la voz del vecino.
El periódico nació como respuesta a la demanda ciudadana de contar con una voz pública para expresar su realidad y sus necesidades. «Surgió para canalizar una inquietud vecinal, pero se convirtió rápidamente en algo mucho más profundo: en una voz colectiva, en una bitácora del desarrollo social, económico y cultural de Berazategui, en un espejo de sus transformaciones», dijo el presidente de ADEPA.
La contracara de este esfuerzo, que da sus frutos en la audiencia, es el desafío de la sustentabilidad. Y también en el ámbito local es donde más se sienten los desequilibrios del actual modelo de distribución de contenidos y mensajes publicitarios, que no reconoce ni retribuye adecuadamente el valor del trabajo periodístico.
«Por eso, no está de más aprovechar este aniversario para reflexionar sobre la necesidad urgente de establecer reglas justas en el entorno digital. La propiedad intelectual de los contenidos periodísticos debe ser respetada. Las plataformas, las redes sociales, los motores de Inteligencia Artificial tienen la responsabilidad -y la obligación- de reconocer el trabajo de los medios que producen información verificada, contextualizada y de calidad. Trabajo del que ellos se valen y por el cual obtienen beneficios. Porque así como sin periodismo no hay sociedades plenamente democráticas y republicanas, sin medios sostenibles no hay periodismo posible», concluyó Etchevers.
Con foco en Berazategui, pero también con cobertura en Quilmes y Florencio Varela, La Palabra sigue siendo, 100 años después, una voz necesaria, firme, cercana y persistente.