El auge de los desarrollos premium

En Argentina, una nueva tendencia en expansión está redefiniendo el mercado inmobiliario: el auge de los desarrollos premium. Lejos de ser una categoría estática reservada a sectores exclusivos, esta oferta ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de cambio cultural y aspiracional. Los proyectos de lujo ya no representan sólo un signo de estatus, sino una respuesta inteligente a las nuevas formas de habitar.

Este fenómeno se consolida en un contexto de volatilidad económica, donde los compradores buscan refugios sólidos para su capital. En ese sentido, las propiedades de alta gama cumplen una doble función: por un lado, representan activos tangibles en moneda dura; por otro, satisfacen la creciente demanda de confort, seguridad y sofisticación. Son productos pensados para vivir mejor hoy y valer más mañana.

Las preferencias del comprador también han cambiado. Ya no se trata únicamente de metros cuadrados amplios o acabados costosos. El foco está puesto en la experiencia integral que ofrece el inmueble. Esto incluye su integración con el entorno, el diseño arquitectónico, la eficiencia energética, los servicios comunes, la conectividad y la posibilidad de personalizar los espacios según necesidades específicas.

El boom de zonas privilegiadas. Un aspecto distintivo de esta transformación es la emergencia de nuevos polos de desarrollo. Si bien barrios como Puerto Madero o Recoleta mantienen su atractivo histórico y tradicional, zonas como Villa Crespo, Colegiales, Chacarita o incluso sectores de Caballito han captado el interés de inversores y consumidores exigentes. Esta descentralización del lujo responde a una búsqueda de autenticidad urbana, donde el diseño contemporáneo dialoga con la identidad del barrio.

Los proyectos que se destacan en esta etapa comparten denominadores comunes: propuestas arquitectónicas innovadoras, materiales nobles, prestaciones tecnológicas avanzadas y una mirada orientada al bienestar. Un ejemplo claro es Maker Crespo, que configura el estándar edilicio de su zona con una oferta integral de servicios, excelente conectividad y un diseño disruptivo que combina funcionalidad y estética. Se trata de un desarrollo que no solo se habita, sino que se experimenta.

Otro caso es Casa Maure, que conjuga lo residencial con lo urbano. Con tipologías amplias, pensadas para la vida en familia, permite vivir en una ubicación privilegiada sin resignar comodidad ni privacidad. Este tipo de producto responde al deseo creciente de encontrar un hogar dentro de la ciudad, en espacios que fomentan un estilo de vida más equilibrado.

El valor del posicionamiento inmobiliario. En este contexto competitivo, el posicionamiento de marca se vuelve un factor clave. Ya no alcanza con construir; hay que construir con identidad. Los desarrollos premium que logran destacarse son aquellos que entienden que el valor no solo se mide en metros cuadrados o amenities, sino en la percepción. Esto implica un trabajo estratégico: elegir un nombre con fuerza, contar con una narrativa coherente, cuidar el diseño de marca y ofrecer una propuesta de valor clara, diferenciadora y emocionalmente resonante.

Los compradores actuales no buscan solo propiedades, buscan marcas en las que confían. Un desarrollo bien posicionado transmite seguridad, solidez y visión a largo plazo. Además, genera sentido de pertenencia e incluso capital simbólico: vivir en un edificio reconocido o en una zona emergente con identidad, puede tener tanto valor como sus atributos físicos.

Comunidad, financiamiento y futuro. La noción de comunidad ha cobrado protagonismo. Los desarrollos premium modernos priorizan áreas comunes de calidad, espacios de encuentro y propuestas que generan sentido de pertenencia. Esto marca una diferencia frente a propuestas anteriores, más enfocadas en el lujo individualista. El comprador actual valora la posibilidad de vivir en un edificio o complejo que combine independencia con interacción.

Por otra parte, la apertura hacia formas de financiamiento más flexibles ha contribuido al dinamismo del segmento. La personalización de condiciones de pago, junto con opciones de preventa ventajosas, ha facilitado el acceso a un público sofisticado, pero pragmático, que valora tanto la estética como la oportunidad económica.

Este resurgir de la vivienda de alta gama en Argentina marca un cambio de paradigma. La propiedad deja de ser un bien estático para convertirse en una expresión de estilo y una proyección de futuro. Es un espacio donde convergen la creatividad del diseño, la funcionalidad de los servicios y la inteligencia en la inversión.

*Matías Chirom es CEO & Co-Founder BAIGUN REALTY

por Matías Chirom

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