Una joven fue estrangulada en su departamento de la capital chaqueña y todas las sospechas recaen sobre su ex pareja, quien fue detenido horas después que confesara el crimen en una carta manuscrita y a través de un mensaje que le envió a su mamá, pidiéndole perdón por lo que había hecho.
Joaquín Alfredo Pérez (29) fue apresado a 320 kilómetros de Resistencia, cuando viajaba en un ómnibus con destino a Posadas, Misiones, aparentemente con intenciones de huir hacia Paraguay.
La Policía llegó cerca de las 2.45 del lunes al departamento de Érica Almirón Romero (24), en la calle Fortín Alvarado al 91, y la halló tendida sobre la cama, sin signos vitales. Había mucho olor a gas, ya que el femicida dejó cuatro hornallas abiertas.
La fiscal María Noel Benítez sostuvo que existe la sospecha de que «la escena fue montada por Pérez” y que no hay otro sospechoso.
En la habitación se halló un trozo de manguera en la boca de la víctima y desodorante de piso y lavandina esparcidos por el suelo. Todo indica que eso fue parte del montaje para simular un suicidio.
En un primer momento, el caso fue caratulado como muerte por causas dudosas y la fiscal dispuso una urgente autopsia.
Antes que los médicos forenses confirmaran que Almirón había sido estrangulada, Elvira y Oscar, los papás de Pérez, se acercaron a la comisaría con un dato revelador: una nota manuscrita de su hijo y un mensaje de WhatsApp en el que les confesaba haber asesinado a la joven.
“Maté a Érica, lo siento mamá”, decía la nota que dejó que el joven antes de desaparecer y que los padres presentaron a las 9.45.
Los investigadores determinaron que el femicida se había dirigido a la terminal de ómnibus, donde abordó un transporte con destino a Misiones, posiblemente con la intención de cruzar a Paraguay antes que se solicitara su captura.
La Justicia de Chaco libró un exhorto a Corrientes. Una patrulla policial detuvo la marcha del colectivo en el paraje San Borgita, a sólo 30 kilómetros de Posadas, en jurisdicción de Ituzaingó, y arrestó al joven sin que ofreciera resistencia.
Al ser examinado por un médico, se estableció que el acusado tenía rasguños en los brazos, lo cual indica que Almirón intentó defenderse antes de ser asfixiada con una media sobre su cama.
La víctima, que trabajaba en una lencería, había interrumpido la relación sentimental con Pérez luego de tres años e iniciado hace dos meses un nuevo noviazgo.
El sospechoso quedó alojado en una comisaría de Ituzaingó y este martes será trasladado a Resistencia, donde quedará a disposición de la Justicia.
De la escena del crimen desaparecieron el teléfono celular de la joven asesinada y otro de quien era su actual pareja.
EMJ