Cuál había sido el último gol olímpico en Primera División previo al de Di María?

15/09/2025 08:15hs. Actualizado al 15/09/2025 08:33hs.

Desde su regreso al fútbol argentino, Ángel Di María es noticia cada vez que juega Rosario Central. Si no es por la locura de los hinchas que se movilizan partido a partido para disfrutar en vivo y en directo de un campeón del mundo en el fútbol argentino, es su inolvidable gol a Newell’s o su impresionante gol olímpico ante Boca. Sí, si había algo que le faltaba a este legendario Fideo, que dejó el fútbol europeo para volver a jugar al club de sus amores, era convertir un gol olímpico, algo que no pasaba en Primera División desde el 2023.

¿Quién metió el último gol olímpico en Primera División previo al que convirtió Ángel Di María? La respuesta es Benjamín Rollheiser. Con ese tanto, el ex River abrió el partido en la goleada 4-0 de Estudiantes ante Belgrano por la Liga Profesional 2023.

El último gol olímpico en Primera División previo al de Di María

Doce minutos se jugaban en La Plata, en el partido entre Estudiantes y Belgrano, cuando Benjamín Rollheiser frotó la lámpara para sorprender a los visitantes y, desde luego, desatar la locura en Uno.

Todos esperaban el envío aéreo. En el caso de los jugadores del Pincha, buscando un cabezazo para la apertura del marcador. Sin embargo, el 10 ejecutó y, de zurda, la tiró bien cerrada al primer palo para sorprender al arquero Nahuel Losada, que en vano se tiró pero no pudo impedir el gol olímpico. Avivada y golón. «Lo busqué, no ponían a nadie en el primer palo. Estaban muy lejos. Cuando quedaron así parados, se me ocurrió patear. Por suerte pude ayudar al equipo», relató en aquel momento el protagonista.

Unos meses antes, Matías García también había dejado su huella en la goleada 3-0 de Belgrano ante Unión en Santa Fe, por la Liga Profesional 2023. Y previo al suyo, los antecedentes más recientes eran los de Ignacio Malcorra en el 1-1 entre Lanús y Defensa y Justicia (2022) y el de Tomás Chancalay en la victoria 2-0 de Racing frente a Newell’s en 2021.

Di María, su golazo olímpico a Boca y el duelo con Paredes: «Cuando está dentro de la cancha no hay amigos»

Fue un domingo con otro gol de lujo para Ángel Di María. Ya les había dejado un recuerdo inolvidable a los hinchas de Rosario Central con su tiro libre a Newell’s para ganar el clásico hace dos fechas en el Gigante de Arroyito y este domingo, en el reencuentro tras ese partido, volvió a lucirse: le hizo un golazo olímpico a Boca que le permitió al Canalla llevarse un empate por 1-1 en la octava fecha del Clausura.

Post partido, el Fideo, que ya había hecho otros tres goles olímpicos en su carrera (uno con el Benfica y dos con el PSG), se mostró «contento» con el gol y con el partido: «Tenía ya alguno y ahora se dio acá. Contento por el gol, contento porque hicimos un muy buen partido. Creo que en líneas generales fue muy parejo el partido. Ellos tuvieron ocasiones, nosotros también. Sabíamos que iba a ser un partido abierto, tienen grandes jugadores, nosotros también, y creo que el empate al final es parejo».

Más allá de haber jugado en este partido más volcado hacia el medio y no tanto por la banda, Di María explicó que no le interesa tanto su posición sino el solo hecho de «jugar» y «estar adentro de la cancha, ser feliz como lo soy siempre, donde me toque, donde sienta el técnico que rindo y que le puedo hacer bien al equipo». Y admitió que, aún con otro rol en este encuentro, se sintió «muy bien».

«Intento hacer lo mejor adentro de la cancha, creo que la gente lo ve. Intento siempre poder ayudar al equipo, que las cosas salgan bien, venimos de buena manera, todavía no tuvimos ninguna derrota. Venimos haciendo las cosas muy bien, trabajando muy bien y creo que eso la gente lo ve y lo reconoce», agregó.

Y habló con alegría de su cariñoso encuentro con Leandro Paredes, con quien no compartía una cancha -aunque ahora lo hicieron como rivales- desde el año pasado con la Selección Argentina: «Hablamos hoy un rato. Me dio una patadita y se la devolví, así que estamos parejos. Es un jugador temperamental que cuando está dentro de la cancha no hay amigos no hay nada, pero todo bien».